A pesar de un entorno más complejo para el sector por las esperadas bajadas de tipos de interés de los bancos centrales, BBVA prevé terminar el año con unos resultados récord, elevando su previsión de crecimiento al doble dígito tras cerrar 2023 con un beneficio de más de 8.000 millones de euros. Y también ha trasladado a los analistas que 2025 «será todavía mejor». «Somos optimistas por la mejora de las perspectivas en el margen de intereses en España», indicó Onur Genç, consejero delegado de la entidad, durante la presentación de resultados celebrada este lunes.

Las buenas cifras cosechadas hasta marzo llegan pese a que BBVA ya ha contabilizado el pago del impuesto extraordinario al sector, por valor de 285 millones de euros. «El impuesto no es bueno para España ni para los bancos. España necesita crecimiento de la economía y lo que hace falta es inversión, sobre todo privada», criticó Genç.

El directivo advirtió que este tipo de figuras pueden limitar la capacidad de los bancos para financiar esa inversión. «Además, si el gravamen se prolonga, seremos el único país grande de Europa que lo hace, con lo que otras entidades internacionales que operan en España tendrán una ventaja competitiva frente al sector», insistió el directivo.

El consejero delegado de BBVA también extendió esa preocupación a la actual situación política en España, tras la decisión de Pedro Sánchez de seguir al frente del Gobierno después de cinco días de suspensión de su agenda. Sin entrar a valorar la decisión, Genç sí expresó que «España tiene un gran potencial de crecimiento en el contexto de transición ecológica y al crecimiento no le gusta la incertidumbre y es importante que se resuelva».

BBVA cerró el primer trimestre con 6.512 millones de euros en margen de intereses, un 15,4% más, mientras que las comisiones subieron un 31% hasta los 1.887 millones, gracias sobre todo a los negocios de medios de pago y gestión de activos.

Uno de los pilares del grupo para conseguir este objetivo se centra en el repunte de la actividad comercial, con un crecimiento del 9,5% en el crédito a la clientela, 35.000 hipotecas concedidas a las familias, 155.000 nuevos créditos a pymes y casi 70.000 a empresas de mayor tamaño. Una recuperación que comienza a coger ritmo en el mercado inmobiliario, como refleja el incremento del 8% en la nueva producción hipotecaria en términos interanuales.

Como en el resto del sector, BBVA también observa un menor ritmo de amortizaciones, que han bajado un 23% frente a hace un año y un 11% respecto al trimestre anterior. «Las dinámicas de actividad en la primera parte del año han sido más positivas de lo que esperábamos», indican desde la entidad. «El crédito se está acelerando en hipotecas, consumo, empresas... por encima de los niveles de prepandemia», insisten.

España y México siguen siendo pilares para BBVA. En nuestro país, BBVA logró un beneficio de 725 millones de euros hasta marzo, un 36,65% más, gracias a la evolución del margen de intereses y al crecimiento de la actividad en los segmentos más rentables, en un entorno de fuerte resistencia del mercado laboral que permite ser optimistas con la actividad y el control de la morosidad.

En México logró un beneficio de 1.441 millones de euros, un 3,6% más, gracias al crecimiento de los ingresos recurrentes (margen de intereses y comisiones).

Los positivos resultados del banco han sido acogidos, no obstante, con algo de escepticismo en el mercado en una sesión de caídas para el Ibex-35, con un descenso del 2,5% para BBVA en Bolsa. «Estamos en una posición única en Europa frente a la competencia y estamos centrados en la creación de valor a largo plazo; donde esté la acción hoy o mañana da igual, con el tiempo se irá revalorizando», expresó Genç. «Seguimos creando valor para el accionista: el valor tangible por acción más dividendos ha crecido un impresionante 20% en el último año. Todo esto, mientras mantenemos una sólida posición de capital y una adecuada calidad crediticia», aseguró el directivo.