El Congreso de los Estados Unidos ha anunciado que investigará las alegaciones de que el Pentágono ha estado ocultando ilegalmente naves alienígenas. Las denuncias de dos oficiales de inteligencia de los EEUU afirman sin ofrecer pruebas que los militares norteamericanos tienen en su poder "vehículos intactos y parcialmente intactos de origen no-humano”, obtenidos y escondidos con fondos federales sin supervisión de los legisladores.

James Comer —presidente republicano del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, el más poderoso del Congreso— ha confirmado que se llevará a cabo una audiencia para investigar las afirmaciones de David Grusch, un condecorado veterano y ex-analista de la oficina de fenómenos anómalos inexplicables (UAP) dentro de una agencia del Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Grusch, que dejó el gobierno en abril tras una carrera de 14 años en los servicios de inteligencia de los Estados Unidos, ha afirmado que el gobierno ha estado recogiendo naves no humanas “durante décadas”.

Las afirmaciones de Grusch fueron respaldadas por Jonathan Grey, un oficial de inteligencia en activo en el Centro Nacional de Inteligencia Aérea y Espacial (NASIC), quien confirmó la existencia de "materiales exóticos" y afirmó que "el fenómeno de la inteligencia no humana es real. No estamos solos".

El comité se pone en marcha

Todavía no hay fecha para el comienzo de la investigación pero se sabe que los días se anunciarán en las próximas semanas. Según el comité, los congresistas republicanos Tim Burchett y Anna Paulina Luna dirigirán la investigación. La oficina de Burchett declaró a la cadena de televisión norteamericana ABC que el congresista está ya trabajando estrechamente con los líderes del comité de supervisión de la Cámara de Representantes para preparar la investigación: “La oficina del congresista Burchett está trabajando en la logística, incluida una lista de testigos y fuentes más creíbles que podrían hablar abiertamente en una audiencia no clasificada". Este es un último dato importante: la investigación será pública aunque, como en otras ocasiones, no hay que descartar que parte de ella se celebre a puerta cerrada si afecta a la seguridad nacional.

El portavoz del comité Austin Hacker comunicó al diario británico The Guardian que "además de las recientes afirmaciones de un denunciante, siguen apareciendo informes sobre fenómenos aéreos no identificados. El comité de supervisión de la Cámara de Representantes está siguiendo estos informes de la UAP y se encuentra en las primeras etapas de la planificación de una audiencia".

Las afirmaciones de Grusch y Grey, si se confirman, podrían tener implicaciones profundas para el mundo y para la defensa de EEUU, ya que sus adversarios también podrían haber recuperado este tipo de tecnología. Ahí radica parte del interés del comité en llegar al fondo de este asunto.

Dudas sobre la veracidad de las alegaciones

En respuesta a la denuncia, la portavoz del Pentágono Sue Gough declaró hace dos días que la Oficina de Resolución de Anomalías de Todos los Dominios (AARO) —que se encarga de estudiar los UAPs— "no ha descubierto ninguna información verificable que respalde" las afirmaciones sobre naves alienígenas estrelladas.

Dentro del congreso, el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Mike Turner, ha expresado dudas sobre la idea de que el gobierno de los Estados Unidos haya recuperado naves alienígenas.

Pero, según Comer, el Congreso de los Estados Unidos, en su papel de supervisión, tiene la responsabilidad de investigar estas afirmaciones y determinar su veracidad. Como señaló el presidente del comité de supervisión, "los estadounidenses, que siguen financiando este trabajo del gobierno federal, esperan transparencia y una supervisión significativa del Congreso”.

El astrofísico de Harvard Avi Loeb —conocido por su libro "Extraterrestre" y por teorizar que el objeto ‘Oumuamua podría ser de origen alienígena— ha señalado que, de ser cierto, la responsabilidad del gobierno americano debería ser dar a conocer lo que tienen, independientemente de cuestiones de seguridad nacional. Pero Loeb también ha destacado la importancia de la investigación científica sistemática de los fenómenos aéreos inexplicables y ha advertido que, sin datos científicos ni pruebas sólidas, la denuncia sólo puede tomarse como rumores insustanciales. Loeb recalca que, si se descubre evidencia indiscutible de un objeto tecnológico de una civilización extraterrestre, éste sería esencial para guiar la supervivencia de la humanidad a largo plazo.

A pesar del necesario escepticismo y la total necesidad de pruebas irrefutables, las afirmaciones de Grusch y Grey han generado un gran expectación, sobre todo después del anuncio de la investigación del comité. Es algo lógico: Si se confirman con evidencia irrefutable, sacudirán los cimientos de nuestra realidad, demostrando por primera vez que la humanidad no está sola en el universo y planteando cuestiones cruciales sobre lo que realmente sabemos sobre el universo en el que vivimos. Y, si no se confirman, los conspiranoicos de internet se lo pasarán pipa con sus sombreritos de papel Albal.