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«El FIS debe salir de su zona de confort y abrirse a otras maneras de entender las artes» Sunday, 21 April 2024


Cosme Marina Director del FestivalEl nuevo responsable presentará, en los próximos días, el programa que se ofrecerá en agosto con la mirada puesta, «a medio plazo», en el retorno de la ópera y en alargar la actividad durante todo el año


Rosa M. Ruiz

Rosa M. Ruiz

Santander

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Domingo, 21 de abril 2024, 02:00

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Ilusionado, con «humildad» y con muchas ganas de que el Festival Internacional de Santander (FIS) esté presente en la ciudad «más allá del mes de agosto», Cosme Marina (Asturias, 1970) ha tomado los mandos del que considera «uno de los elementos patrimoniales más importantes de Cantabria». En los últimos días de este mes de abril presentará la que es su primera edición como director. Un programa que, según señala, «está elaborado a cuatro manos», pues cuenta con el apoyo de la hasta ahora directora Valentina Granados, y en el que destacarán, según anuncia, los espectáculos de canto. Marina, un gran conocedor del FIS tanto como espectador, desde los tiempos de La Porticada, como crítico para el diario ABC desde principios de los años 90, llega a Santander desde la dirección artística de la Fundación Musical de Oviedo con un objetivo muy claro a medio plazo: la recuperación de espectáculos líricos. Su otra misión no es otra que demostrar a los santanderinos la importancia de un Festival que sin duda quieren y aprecian pero «que está mucho mejor considerado fuera de Cantabria que dentro».

-¿Qué le ha llevado a aceptar la dirección del FIS?

-Razones no me faltan. Es un Festival que conozco bastante bien. Venía como público desde muy jovencito y desde 1993 como crítico para diferentes medios. Siempre he creído que es uno de los elementos patrimoniales más importantes de Cantabria y puedo asegurar que no hay tantos festivales en este país con la trayectoria y longevidad de este. He vivido su evolución y le tengo muchísimo cariño. Y luego, además, cuenta con lo que me a mí me parece la gran joya y que le hace diferente del resto: los Marcos Históricos.

Las claves

  • Objetivos «No quiero que el FIS sea esa burbuja que solo está presente en el mes de agosto y luego desaparece»

  • La gestión «El trabajo que se ha realizado en los últimos años ha sido ejemplar y excepcional»

  • La ciudad «Tenemos que formar parte de la transformación cultural que se va a vivir próximamente»

-Le encanta el Festival, vale. Pero supongo que llegará con sus propios objetivos. ¿Cuáles son?

- Vengo muy agradecido pues para mí es un verdadero honor dirigir este Festival en el que se ha hecho un gran trabajo históricamente y, en estos últimos años, ejemplar y excepcional. Además, cuenta con algo que es muy importante para mí: Un equipo de profesionales fuera de serie que trabajan en el día a día. Y dicho esto, claro que tengo muchos proyectos, aunque sé que habrá que conciliar entre lo que se quiere hacer y lo que se puede. Lo que más me gustaría es que esté más presente en el corazón de la ciudad. Y pongo un ejemplo. Hay una iniciativa, que Valentina Granados puso en marcha en los últimos años, y que son los talleres de introducción a la música clásica, que se han desarrollado con mucho éxito en Santander y San Vicente de la Barquera. Me parece una fórmula muy interesante para acercar el FIS al público que aún no lo conoce y para que se alargue algo más del mes de agosto. Yo no quiero que sea una burbuja que solo está presente un mes en la ciudad y luego desaparezca hasta el año siguiente.

-En cuanto a la programación, ¿va a seguir en la línea de los últimos años?

-Soy partidario de no cambiar lo que está bien hecho. Y la línea de trabajo que se ha venido haciendo en las últimas ediciones es la correcta. Se ha demostrado que ha sido uno de los festivales de Europa que mejor ha sabido gestionar la pandemia y la pospandemia. Así que quiero que haya una cierta continuidad y, a partir de ella, abrirlo más y salir un poco de la zona de confort. Tenemos que tener contento y a gusto al público tradicional, que es el que lo ha sostenido en todos estos años, pero también ser capaces de abrirnos a otras maneras de entender las artes. El FIS tiene que crecer, pero también recuperar algunas cosas que ha ido perdiendo con el paso de los años por razones técnicas o falta de presupuesto.

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-¿Qué cosas?

-Tiene que volver la lírica. No estoy hablando de forma inmediata, pero a medio plazo los espectáculos de ópera y zarzuela tienen que estar bien presentes en el programa.

- Antes decía que el FIS ha sido uno de los mejores de Europa en gestionar la crisis sanitaria, pero lo cierto es que en los últimos años se han perdido espectadores. ¿Le preocupa?

-El problema de la pérdida de público es generalizado. No es único del FIS y la prueba está en que en los grandes festivales, como el de Salzburgo o el wagneriano de Bayreuth, hasta hace unos años había una larga lista de espera para adquirir entradas y hoy mismo se pueden adquirir para casi todos sus espectáculos de la próxima temporada. La reposición de la música clásica tras la pandemia ha sido más lenta que en otras artes pues, desgraciadamente, murieron muchas personas mayores que eran los grandes abonados. Si antes te decía que en este Festival se ha gestionado muy bien es porque en la última edición se ha logrado una reposición importantísima de público. Hubo varios llenos y, desde luego, ha sido mucho más significativa que en todo el entorno de la cornisa cantábrica y me atrevería a decirte que de España. Pero, dicho todo esto, también te diré que para mí una butaca vacía es una invitación a llenarla y un reto para seguir trabajando.

-¿Cómo?

-Con una oferta solida y de calidad, como se ha venido haciendo en estos últimos años, pero que arriesgue con otras fórmulas que atraigan a más gente. De ahí esa iniciativa que te decía de organizar actividades más allá del mes de conciertos. También vamos a profundizar en una política de abonos más flexible y fomentar los abonos temáticos.

-La recuperación de la lírica, más talleres a lo largo del año, una nueva política de abonos... ¿Algo más en su lista de proyectos?

-Aprovechando que los últimos veranos en Cantabria han sido muy óptimos climatológicamente, me gustaría que el FIS tuviera presencia en las calles santanderinas. Que no se quede solo entre las paredes del Palacio de Festivales y que llegue a los barrios de la ciudad.

-¿Y cómo va a poder llevar a cabo todas esas iniciativas?

-Evidentemente necesitaremos mucho apoyo institucional, pero confío en tenerlo porque así se ha demostrado patronato tras patronato que, pese a que muchas veces ha estado compuesto por colores políticos distintos, nunca ha dejado caer al FIS. El consenso de los políticos de esta tierra para darle la importancia que tiene a este Festival se ha demostrado, del mismo modo que el de la sociedad civil, que lo ha hecho por medio de muy buenos mecenas y muy fieles. Y además tengo un horizonte muy ilusionante.

-¿Cuál es?

-Dentro de dos años celebraremos la 75 edición. Un aniversario que debe de ser un punto de inflexión. Santander tiene un montón de proyectos vinculados al mundo de las bellas artes de una relevancia absoluta que, sin duda, van a transformar esta ciudad para siempre y para bien. En ese proceso transformador de la ciudad tiene que estar el FIS como uno de los referentes internacionales del país que ya es.

-¿Cuando vamos a conocer la programación de esta edición?

-Muy pronto. Antes de que acabe este mes de abril.

-¿Y puede adelantar algo?

-Evidentemente se lo tenemos que anunciar antes al patronato y hablo en plural porque lo haremos Valentina Granados y yo. Es una programación hecha a cuatro manos porque, aunque ya se ha anunciado su jubilación, ambos hemos trabajado codo con codo y con una gran sintonía en este programa que se desarrollará durante todo el mes de agosto y en el que habrá muchas sorpresas. Cosas bien diferentes a la edición pasada que buscan una diferenciación de públicos para que todo el mundo encuentre un aliciente para venir. Empezará muy a primeros de mes y concluirá el último día de agosto. ¿Qué más te puedo adelantar? Que se va a cantar mucho.

-Dice que se desarrollará durante un mes, pero hay voces que abogan por un festival más corto. ¿Qué piensa de ello?

-Es cierto que existe ese debate y, como todos los debates debe estudiarse. Para mí lo prioritario es la calidad de la oferta, frente a la cantidad. Es decir que estoy de acuerdo en que un festival no es mejor que otro porque tenga más conciertos. Ahora bien en el caso del de Santander, ¿a qué nos referimos cuando hablamos de acortarlo? ¿A los 16 o 17 conciertos que hay en la Sala Argenta en el mes de agosto, a las actividades que hacemos con el Centro Botín o la UIMP y que nos han demostrado que atraen público? ¿Acortar los Marcos Históricos? Si el debate lo centremos en la Sala Argenta yo, a corto plazo, lo dejaría como está ahora, pero habrá que ver como evoluciona la oferta y, sí finalmente logramos ofrecer esos espectáculos líricos, y me estoy refiriendo a una buena ópera escénica, la duración de la programación se va a acortar de manera natural porque se necesitan varios días de ensayos, y de montaje para que se puedan ofrecer con calidad.

-Como crítico musical estaba en la Sala Argenta cuando Paloma O’Shea anunció su retirada del Concurso Internacional de Piano e invitó a las instituciones cántabras a continuar con la iniciativa. ¿Tendría cabida en el FIS?

-Eso ya son cuestiones políticas que a mí no me competen. Históricamente la final del Concurso coincidió con la apertura del Festival y formó parte de la programación. Sin duda que el Concurso de Piano ha sido uno de las iniciativas musicales más importantes de Europa y su continuidad o no, sin duda, importantísima para la ciudad está en manos de la clase política.

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