Al día siguiente los empleados del primer turno detectaron el hurto más grande en metálico ocurrido en esta región, en donde los grandes asaltos suelen producirse contra los camiones blindados. Llamaron a la policía local a las 4.30 de la madrugada, según confirmó el oficial a cargo, David Cuéllar. El ingreso al almacén, donde los camiones blindados descargan verdaderas fortunas, podría haber sido por el techo o por una pared lateral, donde había un hueco con escombros, y que unas horas después estaba tapiado con contrachapado. El misterio aumentó cuando se supo que el sistema de la caja fuerte no había sido violentado.

La operación estuvo muy bien «orquestada» y los sospechosos habituales son un «grupo pequeño de personas que sabía que había tanto dinero en efectivo», tanto empleados como extrabajadores, según los medios locales que citan a fuentes de la policía y que grabaron la instalación con helicópteros. El robo marca un récord para los atracos en efectivo de la zona, que era de 18 millones de euros. Cometido hace un cuarto de siglo, descubrieron a los seis culpables. Uno había trabajado en la empresa asaltada.

¿Cuánto pesan esos millones de dólares en billetes grandes y pequeños? Cada millón en billetes de cien dólares pesa diez kilogramos, pero probablemente la denominación del efectivo sea inferior, de billetes entre cinco y veinte dólares, y los 30 millones podrían pesar así unas tres toneladas o más. Los detectives de la ciudad, que también investigan el crimen, sospechan que los ladrones estudiaron las debilidades de vigilancia y control del almacén, durante bastante tiempo, en una minuciosa planificación que involucró a numerosos cómplices.

Se cree que los cabezas de la operación tenían amplia experiencia y habían «aprendido lecciones» de acciones anteriores. También que conocían el circuito de alarmas, tenían un plano del sitio y sabían la ubicación de las cámaras de vigilancia.

La compañía desvalijada, con sede en Canadá y buena reputación como custodia de los ingresos en efectivo de sus clientes, no emitió ningún comunicado ni declaró a la prensa. Tampoco hay informaciones oficiales de la policía ni de los federales, sólo que la investigación se realiza de forma conjunta. Los expertos no creen que la suma sea rastreable, porque los billetes ya estaban en circulación.