El origen del conflicto se sitúa en los incumplimientos del Plan de Competitividad firmado en junio de 2022 por trabajadores y la factoría. Según el comité de empresa, transcurridos dos años y fruto del acuerdo que contenía contención salarial, inversiones y plan industrial, los resultados «son un Ebitda superior en un 34% al objetivo marcado». Con estos importantes resultados, fruto «del esfuerzo de la plantilla», la dirección de la compañía «ha aprobado el reparto de incentivos entre sus directivos mientras mantiene la congelación salarial a los trabajadores», traslada el sindicato USO a través de un comunicado.

Para el comité de empresa (USO, CCOO y UGT) esta situación es «absolutamente injusta e inaceptable porque entre otras consideraciones todo ello ha sido posible por el sacrificio de los trabajadores que llevan más de cuatro años de congelación salarial». La representación de los trabajadores reprocha la actitud del CEO con la plantilla. Para el comité es una falta de respeto a los empleados que el responsable de la compañía apenas se le haya visto y que únicamente tuviese dos reuniones con el comité de empresa a pesar que según sus declaraciones «es el buque insignia del Grupo».

Por todo ello, en los próximos días el comité ha establecido que solicitará una reunión urgente con el CEO de Cerealto. En el caso de que no sean atendidos avisan de que se iniciará un calendario de movilizaciones progresivas y «sin descartar ningún horizonte». Por otro lado, la asamblea de trabajadores también apoyó la intención de solicitar una reunión con el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo dado que participó en la negociaciones –cuando el que el titular era Reyes Maroto– en las que se acordó el Plan de Competitividad que ahora critican los trabajadores que no se está cumpliendo.